ALMA OSEA

Los movimientos del hombre
Están en forma general
Influidos por el terreno en que vive
Y desde luego
Esta forma de moverse
Se refleja también en la acción danzaria.

El lugar concedido tradicionalmente a la danza, como práctica social, cultural y artística, dista mucho de aquel que le corresponde dada su presencia permanente en la construcción dinámica de la cotidianidad de nuestro pueblo.
Un pueblo que danza a diario para exorcizar el dolor y la violencia, crea y recrea la vida desde la diversidad y se multiplica en la representación de su acontecer.
La danza cumple su papel reflejando la condición de su entorno, es rica en su diversidad y restringida en su posibilidad proyectiva. Por ello se hace necesario revalorar su función y cualificar los procesos que la constituyen como práctica escénica, como oficio y como manifestación cultural.
La danza es reconocida como una de las principales manifestaciones de la cultura regional y de las actuales prácticas escénicas tanto rurales como urbanas. Sin embargo, no existen mecanismos adecuados que permitan la profesionalización de los agentes del sector, la cualificación de los maestros y sabedores, de manera que sea posible abrir oportunidades de continuidad a las vocaciones, talentos y saberes hacia la formación especializada y la acreditación, como factor de mejoramiento de la calidad de vida y oportunidades laborales.
La investigación y el estudio teórico-práctico que incluye esta propuesta son parte de la exploración y de las distintas dinámicas que permitirán a los ejecutantes de la danza manifestarse espontánea y libremente, con un lenguaje claro, esto con el fin de enriquecer la experiencia con los fundamentos de la creación artística.
Se danza de muchas formas y cada una de ellas expresa su propia razón y su propia historia, devolviendo a las gentes su imagen renovada, transformada en arte.




JUSTIFICACIÓN

El cuerpo es el más importante aspecto del ser,
Nuestra herramienta,
Nuestras formas de expresión,
Nuestro vehículo de arte.

Este es un proyecto de formación diseñado para el cuerpo que enseña a la gente como usar sus cuerpos en una vía de conexión, coordinación y eficiencia.
Estos puntos que unen el propósito de esta iniciativa, pretenden alcanzar la plenitud del potencial como bailarines, personas con influencia y seres humanos que entendemos la danza impulsada desde el espíritu que nos hace mover.
La conciencia, la esperanza, el poder, la inspiración, la fuerza de voluntad, el perdón, la idea, son otras de las herramientas que forman parte de la identidad personal y que provienen del estar trabajando en nuestro nivel físico.
Nosotros accedemos al poder conectado al conocimiento de nuestra identidad como conexiones estructurales del cuerpo y es a través de esas conexiones que se transfiere de energía y fuerza a las articulaciones del cuerpo y a través de los huesos es que toda la energía del cuerpo toma vida.
Esta energía vista como espíritu inmanifiesto, oculto, como vibración, movimiento, experiencia y sensación, también como aliento ó regalo de la energía del cielo.
La danza, forma de arte de expresar a través del cuerpo puede solamente existir y ser significante cuando hay una relación, una conexión de las partes del cuerpo para alcanzar otra, en un orden con un gran todo.
Mover las partes individuales fuera de la relación, fuera de la conexión, no es expresión, esto significaría un movimiento de nivel ‘superficial’, de cuerpo ‘incorpóreo’, esto nunca será arte, nunca comunicará, quedando fuera de la relación a ser, nunca podrá ser el puente, el espacio a comunicar ó formar una relación con el otro; sin la energía del movimiento dentro de nuestra estructura podría ser NO VIDA y NO EXPRESIÓN.
Es esa conexión estructural de los huesos del cuerpo con el otro las que hacen un gran TODO.
En el caso del cuerpo, el todo es la suma de esas partes que con esa conexión permiten al espíritu elevarse.
Podemos ver la expresión de un nivel ‘profundo’ de una persona a través de un bello movimiento conectado del cuerpo.