El trueno es guía de los médicos, que trabajan con los remedios de las hierbas. El médico se dedica a percibir un sentimiento, un sentimiento que es un pensamiento, y luego coge los remedios para percibir el aire, las nubes, los vientos. Para buscar a dónde indican las señales, en la sangre. Ellos piensan de un lugar a otro, con un bastón de chonta que tienen.
La chonta es un reflejo del trueno. Le sirve al médico para saber dónde están el norte, el sur, los puntos cardinales. La chonta le señala al médico la dirección donde están las cosas que se pierden, los peligros, lo mismo que las señas. Los médicos también calculan con los sueños.
El trueno habla en los reflejos de los cielos, en la tempestad que va a tronar. Si va en una dirección, va bien, si va en otra, va mal. El médico, haciendo cálculos con su coca, su aguardiente, con remedios, levanta la tempestad y aleja el peligro.
El trueno es muy agresivo cuando no se cumple lo que el sueño ha dicho. Fuetea a través del rayo, que puede matar. Hay seis truenos: uno, el médico blanco, el indígena, sibundoy, hay gente morena y hay mestizos. Cada uno tiene su modo de trabajo, así mismo encarga, si es indígena busca al trueno indígena. Si es gente morena, busca lo mismo, si guambiana, lo mismo.
El trueno es el padre de todos los médicos tradicionales, que lo representan. En las lagunas vive este viejito. Las lagunas son seres vivos. Tienen riqueza. Tienen peces. Tienen mitos. Tienen oro. Las lagunas tienen colores, la más brava es de color rojo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario